Videojuegos, ¿Una adicción o una diversión?

En general, las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) han modificado nuestra forma de estar en el mundo, desde el modo habitual de trabajar o resolver distintos tipos de gestiones hasta la forma de relacionarnos con otras personas y de divertirnos.

Por otra parte, en la adolescencia se dan diversos cambios en la persona, no solo físicos, sino también de carácter emocional y de personalidad. Es una etapa en la que los adolescentes están buscando su sitio en el mundo, creando su nueva identidad por lo que es un período de especial vulnerabilidad.

En relación a las TICs y específicamente en lo que respecta a los videojuegos, los adolescentes los empiezan utilizando como forma de diversión, para ocupar tiempo de ocio, cumpliendo también una función relacional. Sin embargo, como padres podemos tener dudas acerca de cuando se está haciendo un uso problemático del juego o no.

Señales de alarma

Un adolescente que hace uso de los videojuegos no presenta ningún indicio adictivo si su uso no interfiere en sus obligaciones ni en otras actividades de tiempo libre.

De lo contrario, cuando el uso produce una interferencia grave en su vida cotidiana y el adolescente pierde interés por otras actividades, como, por ejemplo, relega las tareas escolares y como consecuencia baja el rendimiento académico, abandona actividades extraescolares o incluso deja de quedar con su grupo de amigos, entonces si estamos ante un problema. Además, pueden aparecer cambios en su comportamiento, y ser frecuentes los conflictos con los padres (en muchas ocasiones debido a la negación del problema), surgiendo mentiras o manipulaciones para dedicar más tiempo al juego. Incluso la persona puede seguir jugando a pesar de que sabe que existe un riesgo para su salud.

Podríamos equiparar el uso abusivo de los videojuegos con una adicción, ya que ésta genera dependencia y resta libertad a la persona, estrechando su campo de conciencia y restringiendo sus intereses, que es lo que les ocurre a los adolescentes que no pueden abandonar el juego. En esos momentos el adolescente ya no esta jugando para divertirse, sino para aliviar el malestar que le produciría no hacerlo

En resumen, las conductas que pueden ser síntomas de adicción son:

  • La tolerancia: Se refiere a ala necesidad de aumentar la frecuencia, intensidad o duración del juego ya que ya la actividad ya no produce el mismo placer que antes
  • Pérdida de control: L apersona necesita jugar par aliviar el malestar
  • Ocultación: Negación por parte de la persona a pesar de todas las consecuencias negativas que está produciendo en su vida el juego excesivo
  • Abandono de otras actividades: El juego pasa a ser lo más importante desplazando otros intereses
  • Cambios en el comportamiento: A lo largo del tiempo aparecen cambios emocionales y físicos, así como en los hábitos, y en las rutinas diarias.

En conclusión, los padres necesitan herramientas que les permitan valorar objetivamente la gravedad de las situaciones a las que se enfrentan sus hijos debido a los riesgos evidentes de un uso excesivo de los videojuegos.

Si necesitas pautas o recomendaciones sobre un uso saludable de las tecnologías, estaremos encantadas de ayudarte 😊

 

Mar Molés Amposta

Psicóloga General Sanitaria Troba’t Psicologia