¿Qué son las funciones ejecutivas? ¿Y por qué son tan importantes para el desarrollo del niño/a?

Las funciones ejecutivas son actividades mentales complejas, necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse eficazmente al entorno y para alcanzar metas (Bauermeister, 2008).

Por eso son importantes para el día a día, gracias a ellas tomamos decisiones, podemos elaborar planes, encontrar la solución de problemas y lograr autocontrol. Entre los seis y ocho años ocurre la maduración más importante de las funciones ejecutivas. El niño adquiere la capacidad de regular sus conductas, puede fijarse metas sin la ayuda externa. Pero algunas siguen madurando hasta los 25 años.

A continuación, vamos a explicar que habilidades forman parte de las funciones ejecutivas:

Autocontrol o Inhibición: Es la capacidad de prestar atención a la tarea y no distraernos con estímulos irrelevantes.

Autorregulación: Es la capacidad de pensar antes de actuar. Nos permite gestionar las emociones, el estado de ánimo y la motivación, con algún fin en concreto.

Ejecución dual: Gracias a esta habilidad podemos realizar dos tareas al mismo tiempo, prestando atención de forma constante.

Flexibilidad cognitiva: Esta capacidad nos permite cambiar nuestra forma de pensar o de actuar según las circunstancias.

Memoria de trabajo: Esta habilidad nos permite almacenar la información, de forma transitoria y trabajar con ella cuando la necesitamos. Conocida como memoria operativa.

Planificación: Es la capacidad de generar objetivos, establecer que acciones llevar a cabo para conseguirlos y evaluar cuál de los objetivos propuestos es el más adecuado.

Persistencia: Es una de las funciones ejecutivas más importante. Permite mantenernos firmes en la consecución de una meta. No dejar de insistir cuando la tarea se vuelve complicada o aburrida.

Toma de decisiones: Capacidad de decidir entre varias opciones, para resolver una situación con una acción concreta.

 

El desarrollo de cada una de ellas es importante. Cada niño/a desarrollará el control ejecutivo a su ritmo. Algunos experimentarán retrasos, que conseguirán superar, pero otros seguirán arrastrando dificultades en la edad adulta. Por eso, si el/la niño/a sufre algún déficit en alguna capacidad, es necesario estimular esa función para mejorarla.

Te hemos contado que son las funciones ejecutivas y la importancia de cada una de ellas. Si como padres tenéis alguna duda, en Troba´t psicología estaremos encantadas de ayudaros!

 

 

Sandra Castillo

Psicóloga educativa Troba’t Psicologia