Desde pequeños comenzamos a comparar nuestro cuerpo y a nosotros/as mismos/as con los modelos ideales. Estos modelos ideales están generados por la sociedad occidental, donde nos dicen que la delgadez, un cuerpo sin curvas es el modelo deseable para las mujeres. Además, los medios de comunicación (redes sociales), el marketing y la publicidad hacen que estos ideales se difundan entre la población. Esos valores culturales nos afectan a todos y hacen que valoremos nuestra apariencia en función de cuánto nos parecemos a estos ideales.
Los ideales de belleza no están determinados por factores biológicos, sino culturales y es diferente entre culturas y países. La búsqueda de la belleza supone un coste doloroso, en los casos más graves, la propia salud. Se empieza queriendo reducir esos kilos de más, y se acaba pensado todo el día en la comida y el cuerpo, no disfrutando de las actividades que hacías antes y evitando vivir muchas situaciones debido a la inseguridad y el miedo a la evaluación negativa de los demás
Muchas veces pensamos que se puede cambiar la imagen corporal cambiando el cuerpo (por ejemplo, adelgazando o haciendo mucho ejercicio), sin embargo, cuando conseguimos que el cuerpo cambie, nos damos cuenta de que seguimos sin estar a gusto del todo con él. Por lo tanto, ¿Es el cuerpo lo que tiene que cambiar o es la forma en la que nos valoramos?
Algunos aspectos que son importantes conocer:
LA IMAGEN CORPORAL ES EL VALOR QUE LE DAMOS A NUESTRA APARIENCIA, LO QUE SENTIMOS POR NUESTRO CUERPO Y CÓMO NOS HACE SENTIR.
Lo realmente importante es lo que pensamos y como nos relacionamos con él. Por tanto, si no cambiamos nuestra forma de pensar y de valorarnos por mucho que intentemos modificar nuestro aspecto físico no conseguiremos estar en paz con nosotras mismas.
Una imagen corporal negativa se puede cambiar y lograr así aumentar el bienestar y la satisfacción, tanto con uno mismo como con la vida y todo lo que te rodea. En Troba’t Psicología te ayudamos
Alba López Montoyo
Psicóloga general sanitaria de Troba’t Psicologia